Cualquier pronóstico es posible en la desorganización reinante del Fútbol Argentino
¿En que medida es posible evaluar rendimientos deportivos cuando continúa vigente un conflicto tan grande en AFA que lo opaca todo?
Los torneos largos por lo general premian la regularidad, pero en el fútbol argentino el camino es tan sinuoso que en lugar de ser campeón aquel equipo que funciona bien en las rectas lo hace el equipo con mayor capacidad para sortear los escollos que se presentan. Y también el más beneficiado por al azar, factor que en la Argentina adquiere mucho más peso que en otras latitudes.
¿Sufrirá más Boca la ausencia de Tévez que River la de D'Alessandro, Racing la de Romero, San Lorenzo la de Blanco o Lanús la de Almirón? muy difícil predecirlo. Sin coherencia y sin ese capital de vital importancia en la construcción de un equipo que es el tiempo, el trabajo de un entrenador y los hábitos que deben adquirir un equipo y cada jugador.
El fútbol argentino hace mucho tiempo que convive con la desorganización y la improvisación permanente, y que los entrenadores son expertos en lidiar con problemas que atentan contra el funcionamiento de un equipo, la calidad del juego no sale indemne de estos componentes.
No deberíamos engañarnos pensando que las goleadas sufridas por Huracán y San Lorenzo en Venezuela y Brasil tienen como causa exclusiva la falta de ritmo competitivo. El fútbol argentino hoy ya no sobresale; sólo nos queda el orgullo y el carácter, pero que somos testigos de una lógica decadencia desde el punto de vista del juego.
Lógicamente porque las barbaridades cometidas no son gratuitas. El abandono, la indiferencia, la falta de idoneidad, la corrupción impactan en todas las áreas y se ven reflejadas en el juego, en el armado de los equipos, en la genética de los nuevos jugadores, en la cultura del hincha y en la urgencia en todo sentido.
Por supuesto que siguen surgiendo futbolistas habilidosos en la Argentina. Pero no es suficiente. Al talento y la genética hay que acompañarlos con una infraestructura y organización adecuada que permita a los jóvenes talentos desarrollarse.