Ruptura en la oposición forzó cuarto intermedio de tres meses
Nora Nazar amenazó con dejar la sesión sin quórum si el peronismo avanzaba con la propuesta de elegir como vicepresidente primero del Senado a Rubén Pruyas. Esta determinación de la legisladora del Partido Nuevo forzó a negociar una salida elegante para todos los bloques la declaración en Comisión de la Cámara alta y un cuarto intermedio hasta el 2 de marzo para posponer la elección.
La sesión propiamente dicha duró escasos minutos antes del llamado a cuarto intermedio, hubo extensos cabildeos y negociaciones previas que matizaron la mañana en el recinto de sesiones de la Legislatura, desde las 11, en un hábito que asumió el bloque justicialista tras la intempestiva declaración de falta de quórum de la sesión del 17 de noviembre.
Si la representante del Partido Nuevo mantenía su coincidencia con el PJ o simplemente decidía facilitar el quórum, Pruyas hubiera sido consagrado sin problemas, sólo había cinco legisladores radicales por la ausencia con aviso de Noel Breard y de David Dos Santos, el candidato radical a ocupar la vicepresidencia primera. Con los siete peronistas alcanzaba.
Tras varias horas de debate y negociaciones dentro del recinto, los legisladores del peronismo no salían para “evitar” otro levantamiento sorpresa de la sesión, se arribó una fórmula de consenso que fue diferir la elección de autoridades para el 2 de marzo, lo que se votó por unanimidad.
La imagen que representaba el estado de cosas era la permanencia de los cinco radicales presentes en sus bancas, Nora Nazar en el medio sin dejar de responder llamadas a sus celulares, y en el fondo los siete peronistas definiendo pasos a seguir.
Todas estas discusiones y la distensión que mostraban los legisladores radicales eran la premonición de que el Justicialismo no lograría un triunfo parlamentario como el de designar a uno de sus representantes en la línea de sucesión del gobierno.
A su turno, el senador radical Sergio Flinta celebró el “consenso” arribado y manifestó su convencimiento de mantener “una tradición no escrita de que ese cargo surja del partido gobernante” o en su defecto si se resuelve otra cosa “que haya un consenso” entre todas las bancadas.
“No se arribó a un consenso y se decidió un cuarto intermedio hasta que se logre”, indicó el legislador y relativizó la actitud de la senadora nuevista cuando los periodistas le preguntaron si se arregló la relación del oficialismo con ese sector al declarar: “Se recompusieron las posibilidades de consenso con todos los bloques, por eso se votó por unanimidad”.
El senador Roberto Miño afirmó: “Estamos tratando de seguir conversando, veremos cómo evoluciona”. En ese punto reconoció la defección de Nazar y expresó: “Nos encontramos con la posibilidad de no tener quórum si seguíamos avanzando y decidimos llamar la convocatoria de elección de autoridades para marzo”.
Adjudicó la actitud de la legisladora a una cuestión partidaria. Ratificó que mantienen “la candidatura de Pruyas. Lo proponemos a Rubén porque es un dirigente que siempre se manejó dentro de la institucionalidad. Por eso consideramos que es el indicado”.
Oscilaciones de la representante del PANU
El celular de Nora Nazar no paró de sonar. Desde 2015 ella es el comodín cuyo voto disputan radicales y peronistas. Ella ingresó a la Cámara alta como la primera candidata a senadora de la boleta de Encuentro por Corrientes, lugar que se negoció entre su esposo Raúl Rolando Romero Feris y el gobernador Ricardo Colombi que en 2013 iba por su reelección.
NORA NAZAR, SENADORA.
En 2015 el Partido Nuevo (PANU) decidió sumarse al calor “nacional y popular” del kirchnerismo y, nuevamente el jefe partidario quien no tiene posibilidades de participar en política, por las múltiples condenas penales por hechos de corrupción – con arresto domiciliario incluido – dio un golpe de timón y logró coronar candidatos en la boleta del Frente para la Victoria.
Los resultados electorales de 2015 determinaron la paridad de senadores entre el PJ y la UCR y dejaron a Nora Nazar en el nada cómodo, a veces beneficioso, rol de árbitro. Ayer lo hizo valer al frenar una nueva mojada de oreja del justicialismo a Colombi, la primera fue hacer caer el proyecto de reforma constitucional en la Cámara baja. Hubo otro intento al querer frenar la designación del fiscal Adrián Casarrubia en los tribunales de Mercedes, que naufragó ante la intempestiva interrupción de la sesión más corta de la historia legislativa correntina. Ahora los senadores buscan romper un récord, van por tres meses.