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Mientras espera su recuperación futbolística, River ya piensa en Unión por los cuartos de final de l


Con apenas transcurridas siete fechas, el camino a recorrer en el presente campeonato es demasiado largo. Los cinco puntos que lo separan de Estudiantes, el único líder, no son para preocuparse en exceso ni abrir climas fatalistas.

Sin embargo, la señal de alerta en River debe centrarse sobre el intermitente rendimiento futbolístico que viene mostrando en los últimos partidos.

Lejos de las buenas producciones que tuvo ante Banfield y Vélez, el equipo de Núñez mermó notablemente su rendimiento (derrota 2-1 ante Patronato, y triunfo 1-0 ante Atlético Rafaela, en el Monumental) y abrió un manto de dudas de cara al exigente futuro que asoma.

 

Con la mente puesta en el trascendental partido de este jueves, ante Unión de Santa Fe, por los cuartos de final de la Copa argentina Marcelo Gallardo es consciente de la urgencia que tiene para recuperar la mejor versión de River si no quiere quedarse sin competencias internacionales durante el 2017.

La idea que Gallardo intenta cristalizar en cancha este semestre con el sistema 4-2-2-2 es estéticamente atractiva y futbolísticamente ambiciosa. Pero muestra algunos desajustes colectivos que permanentemente ponen en riesgo su producción. Muchas veces se excede en vértigo y en otras abusa de la paciencia. Esa falta de equilibrio entre la aceleración y la pausa suele darle vida a sus rivales, que haciendo muy poco logran complicarlo. Le pasó contra San Martin de San Juan, Defensa y Justicia, Patronato y Atlético Rafaela, al que venció sin jugar bien

River debe aprender a imponerles condiciones a sus rivales y no quedar a expensas de los que ellos le proponen. No debe traicionar sus convicciones ante el primer obstáculo que le presentan. Tampoco fiarse de la pasividad temporaria que le pueden brindar. La displicencia agranda a los rivales y el precio a pagar puede ser muy alto. Mañana, ante Unión de Santa Fe, está obligado a subir el nivel colectivo y a jugar 90 minutos con la menor cantidad de distracciones posibles. De lo contrario, perderá la única chance que le queda para entrar a la copa Libertadores 2017.

Ante el desafío urgente de recuperar la estabilidad futbolística, River está obligado ante Unión a mostrar su mejor versión, la de equipo sólido en el fondo, equilibrado en el medio y contundente en ataque.


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