Cultura Empresarial
Desde que hace unos tres o cuatro siglos apareció en el ámbito mundial un nuevo tipo de forma de hacer negocios mucho ha cambiado. Desde que la palabra “compañía” o “empresa” apareció, el mundo dejo de ser el mismo.
La idea no era nueva dado que mucho antes de que hubiera una compañía ya había comercio y en cierta forma una organización aunque todo estaba controlado bajo un estado totalitario (gobernado por reyes, emperadores y el clero) o un estado feudal donde el fin de un rey era extender sus dominios. Pero todo ello cambio cuando se empezó a hablar de la riqueza de las naciones o personas que no eran ni nobles ni pretendían serlo, empezaron a abrir sus propios negocios y sus propias empresas y empezar ellos mismo con sus ideas y sus conceptos a revolucionar el mundo. Debió haber sido una época fascinante aquel siglo XIX, cuando personas como Diesel, Zepellin, Benz, etc abrieron el camino para el mundo tal y como lo conocemos ahora, con un entendimiento de que todo era posible. Para ese entonces, Sudamérica aún se recuperaba de siglos de colonialismo salvaje y poco a poco asomaba las narices, como un tímido bebe, hacia el ámbito internacional.
Al principio, fue una situación más o menos controlable, unas cuantas empresas empezaban a crecer y ofrecer buenos productos. Los presidentes y juntas de gobierno, se dedicaron más a velar por su interés y dejar la distribución de los bienes principales a aquellas empresas. Se deben de haber sentido agradecidos que ahora debían de hacer menos y que los empresarios se encargaron de hacer el trabajo que ellos deberían a haber hecho. Obviamente los empresarios no lo hacían gratis y se hicieron millonarios en el camino. Creo que no fue sino hasta los años cincuenta cuando se vio otro fenómeno mundial. Había muchos productos (jamás visto antes), muchas alternativas, muchas empresas ofreciendo cosas parecidas y todas querían quedarse con el mercado ¿Qué hacer? Pues publicitarse, venderse y ver al marketing como la manera como convencer a las personas de que el producto de que ellos vendían era el mejor o en el peor de los casos, convencerlas de comprar algo que en si no necesitaban. El resto ya lo conocemos, pues ese es el mundo en el que vivimos.
Dentro de este contexto, una nueva forma de hacer empresa salió a la luz y ahora se ve como el modelo a seguir. Creo que se habla muy bien de la llamada persona jurídica, dado que cada empresa mediana o grande (creo que aplica menos en la pequeña empresa) se ve una especia de personalidad corporativa. Las personas se identifican con la empresa y consiguen seguir el nivel de personalidad de ella. Se habla de una “cultura empresarial” ya sea en el ámbito de que la sociedad se involucre de manera activa en la creación empresarial o que cada empresa, desarrolle un modelo cultural propio que identifica a sus trabajadores y los hage sentir parte de un todo que contribuya a la sociedad ¿Cuál de estas dos variantes estamos viendo actualmente?
En el Perú actual, se ve que la gente está muy propensa a pensar en empresa aunque muchas veces no entienda todo lo que conlleva crearla. Sin embargo existe un optimismo palpante en que es posible, por medio de una empresa crear un valor que pueda beneficiar tanto al creador como la sociedad pero aún falta mucho en el hecho de crear una personalidad empresarial una cultura solida de identificación empresarial. En Alemania, me da la impresiono que están recorriendo el camino de transición de una cultura solida de producción a una de “agilidad” y de peso mayoritario en las marcas y la imagen corporativa (siguiendo el modelo americano) ¿En Argentina?
Independientemente de esto, al principio mencione solo dos o tres ejemplos de empresas mundiales que han cambiado al mundo. Hoy por hoy se pueden agregar muchas más a este grupo incluyendo empresas de software muy conocidas. ¿Qué ocurre en Latinoamérica? ¿Cuántas empresas sudamericanas podemos mencionar que han sido verdaderas empresas? Dando un vistazo largo a la mayoría de las empresas listadas en la bolsa se diferente países se ven en primer lugar empresas extranjeras que actúan en cada país y en segundo plano empresas de servicios o de productos mineros o agrícolas. ¿Cuándo dejara de ser Sudamérica simplemente un continente de explotación para convertirse en uno que cree riqueza?
Tanto en el Perú de hoy como en Argentina, se viven cambios importantes. La influencia en el sector empresarial se dejara notar para bien o para mal en unos meses. Todos esperamos que sean para bien, aunque tenemos nuestras reservas. Dado que esperamos más de las empresas y de los empresarios. Esperamos ideas nuevas, cambios funcionales, verdaderos hitos y vivir un espíritu y una cultura empresarial como la que vivo Europa hace un siglo o como la que vivió China hace dos décadas. ¿La viviremos en Sudamérica? ¿Hablaremos pronto de empresas Argentinas de escala mundial y nuevas tecnologías peruanas? ¿Dejaremos de ver las grandes ferias de Hanover o de Shanghai para poder estar orgullosos de lo que se hace en Buenos Aires o Lima? Pienso que si bien las empresas pueden tener un lado negativo (creando Lobbys o jugando con los baches que deja el estado y de manera indirecta con la vida de las personas) ha sido un gran beneficio en su forma total. Sin embargo, la forma de hacer empresa está cambiando. Debemos, desde mi punto de vista, adaptar el núcleo de la empresa que es la de crear productos buenos, producirlos a un precio aceptable y distribuirlos. Debemos de dejar de ver al Marketing como el centro de nuestras vidas y empezar a pensar, que es lo que necesitamos y que es lo que estamos dispuestos a invertir. Haciendo eso a modo de consumidores, será el primer paso para hacerlo a nivel de empresarios y de esa manera, en algunos años hablar de una nueva forma de cultura empresarial: la cultura empresarial sudamericana.