El socialista Sánchez fracasó en su segundo intento de llegar a La Moncloa
EL LÍDER DE LOS SOCIALISTAS ESPAÑOLES FRACASÓ EN SU SEGUNDO INTENTO POR LLEGAR A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO AL PERDER LA VOTACIÓN EN EL PARLAMENTO, LO QUE DEJÓ A ESPAÑA DE CARA A UNA NUEVA ETAPA DE INCERTIDUMBRE Y NEGOCIACIONES CON PLAZO HASTA EL 2 DE MAYO.
El líder de los socialistas españoles fracasó en su segundo intento por llegar a la presidencia del gobierno al perder la votación en el Parlamento, lo que dejó a España de cara a una nueva etapa de incertidumbre y negociaciones con plazo hasta el 2 de mayo para alcanzar un acuerdo antes de que se convoque a nuevas elecciones. "España no puede esperar ni un minuto más para regenerar la democracia", aseguró Sánchez en su intervención ante el Congreso de los Diputados implorando, sin éxito, el apoyo de las fuerzas de izquierda para sacar al conservador Mariano Rajoy de La Moncloa. El líder del Partido Socialista (PSOE) no obtuvo la mayoría simple que necesitaba para su investidura, pues a su favor votaron 131 diputados -los 90 de su grupo, los 40 del liberal Ciudadanos, con el que pactó, y una diputada de Coalición Canarias-, mientras 219 votaron en contra, según el resultado proclamado por el presidente de la Cámara Baja, Patxi López. El miércoles, con un voto afirmativo menos -Coalición Canarias se abstuvo-, Sánchez había quedado muy lejos de la mayoría absoluta, el umbral de votos necesarios que se establece para la primera votación. Hoy, nada parecía indicar que las posiciones iban a cambiar de forma sustancial, ya que el Partido Popular (PP) de Rajoy y Podemos habían anunciado su voto negativo. De ahí que, a juzgar por las intervenciones, todos los protagonistas parecen estar ya pensando en campaña electoral. "Mi único fracaso habría sido rechazar la investidura", afirmó Sánchez al inicio de su discurso en el que volvió a criticar a Rajoy, presidente en funciones y líder del Partido Popular (PP), quien declinó la primer oferta del rey Felipe VI para formar gobierno por falta de apoyos pese a haber ganado las elecciones del 20 de diciembre. El secretario general del PSOE, segunda fuerza, tomó el relevo a sabiendas que afrontaba una misión sumamente difícil, puesto que un pacto hacia la izquierda, con Podemos, la tercera fuerza, que era lo natural, no le garantizaba ser electo. Necesitaba también del aval de los nacionalistas vascos y la abstención de los independentistas catalanes que exigen un referéndum en Cataluña -reclamado también por Podemos-, que el PSOE rechaza de forma tajante. Sin embargo, decidió dar un paso hacia adelante pensando en la oportunidad que existía para formar un gobierno alternativo al PP ante la existencia de una mayoría de diputados de partidos que se definen como "de cambio". La estrategia de Sánchez consistió en pactar hacia el centro, con Ciudadanos, un programa reformista con elementos que pudiera sumar también a la izquierda, pero no consiguió seducir a Podemos y sus aliados, que le reprocharon haberse entregado a las oligarquías e insisten en que sólo negociarán si el PSOE rompe con los liberales. Pero el líder socialista insistió hoy en que la vía para echar a Rajoy es el "acuerdo transversal que el PSOE firmó con Ciudadanos" y que "está abierto al resto de fuerzas". "Es la única alternativa a la España de la injusticia y la desigualad", subrayó Sánchez. "El gobierno que aspiro a presidir atenderá la creación de empleo con el compromiso de reducir el desempleo a la mitad en cuatro años", prometió el dirigente socialista. "El acuerdo que presento quiere limpiar a España del veneno de la corrupción que debilita nuestra democracia", añadió Sánchez, quien cree que la mayoría de los diputados que no lo respaldan "están de acuerdo con las medidas". "Hoy tendremos que votar sí o no, pero responderemos a otras preguntas: ¿Queremos un acuerdo entre partidos?, ¿queremos impedir unas nuevas elecciones?, ¿queremos que las políticas de cambio se pongan en marcha?, ¿queremos que el señor Rajoy siga en el gobierno? ¿Sí o No?", preguntó, para luego pedir a los parlamentarios que "voten sí al cambio". Como estaba pautado, el primero en responder fue Rajoy, quien insistió en abordar el debate con un tono irónico: "votaremos no a su investidura. Hice bien en recordarlo", dijo, entre las risas de su bancada. "No vino con un programa de verdad susceptible de aplicarse. Por lo tanto, no es lógico apoyar un ente de ficción", reiteró, en línea con su discurso del miércoles. El líder conservador indicó que Sánchez se presentó con un "improvisado paquete de medidas que cada cual interpreta a la carta" y que "lo único en común es que pretenden la demolición de la reformas del PP". "Estamos ante una contra reforma y es algo inaceptable cuando nuestras reformas arreglaron el desastre que ustedes (los socialistas) no dejaron", lanzó. "Usted ha puesto las instituciones al servicio de su supervivencia y eso también es corrupción", afirmó, devolviendo los golpes de Sánchez. Y para concluir, el líder del PP dejó claro que sigue reclamando el poder al pedirle al socialista que "no bloque más la situación y deje gobernar a quien los españoles le han dado mucha más confianza que a usted". El líder de Podemos, Pablo Iglesias, tampoco se movió ni un milímetro. "Le vuelvo a tender la mano para que a partir de esta noche podamos trabajar para que haya un gobierno a la valenciana", dijo, citando el gobierno regional de coalición presidido por el PSOE gracias a un pacto con la izquierda. "Aceptamos el condicionan de que sea presidente pero las decisiones las vamos a tomar conjuntamente", advirtió. "No he visto al señor Rajoy preocupado. Porque a las oligarquías de este país les preocupa que se ponga de acuerdo con nosotros. Atrévase", insistió, desafiante, Iglesias. Por su parte, el liberal Albert Rivera, quien en los días previos intentó de oficiar como mediador ante el PP para que se abstenga- la otra opción que tenía Sánchez-, se mostró implacable con el dirigente conservador: "lamento que vote con Bildu y ERC (independentistas) y Podemos". "Necesitamos una nueva etapa política, no nos vale los que quieren romper (Podemos) y los que quiere que se pudra (PP), que van a votar juntos". "Solo les pido que dejen de destruir y empiecen a construir", subrayó. Tras la votación, si bien las posiciones eran las mismas la bronca y la distancia entre los partidos parecía mayor. "En democracia uno es lo que vota. Y el señor Iglesias ha traicionado a los que votaron por el cambio y es el responsable único de que Rajoy siga en el gobierno", zanjó Sánchez. Fuente: Telam